“Si vivís en una villa y tenes mas de cuatro hijos sos una “negra de mierda”. Maru Botana tiene ocho y es un canto a la vida”

domingo, 12 de junio de 2011

La brecha social y la mecánica del resorte

Hoy leía a Ricardo Foster en  la página web del diario El Argentino (http://www.elargentino.com/nota-143033-%C2%A1Es-la-ideologia-estupido!.html) analizando profundamente este renacimiento de la tendencia menemista a desvalorar las ideologías para evitar exponer la discusión profunda sobre la orientación de las políticas y la forma de llevarlas a cabo, porque, pese a diarias demostraciones de lo contrario, todavía creo que todos los actores, en última instancia, buscan el progreso de nuestra Nación y su gente, el problema es cómo alcanzarlo, es decir si en el camino vale pisar al que está al lado sin importarnos su destino, excluyendo o si es necesario un crecimiento armonioso  y solidario (hablo de la solidaridad verdadera, la constante, la de ponernos en el los zapatos del otro y al criticarlo no lo hagamos desde nuestra cómoda posición, sino teniendo  en cuenta su situación particular, sus padecimientos y sus angustias para tratar de explicar sus acciones y no la solidaridad instantánea, que dura lo que dura un billete o una bolsa con mercadería, en la que los argentinos derechos y humanos somos profesionales, porque si hay algo que nos sobra es solidaridad, cuando nos vienen a mendigar pero cuando se toman políticas de Estado para que los excluidos dejen de ser invisibles esa solidaridad, la importante, la permanente, la que nos mide y define como Nación, como Patria, como unidad, brilla por su ausencia) permitiendo que los beneficios sean disfrutados por todos los componentes de la sociedad, incluyendo. Foster analiza el papel de los paladines de la ideología, los intelectuales (http://www.youtube.com/watch?v=Al6ULHqzsxg, por favor, ganen 3 minutos de sus vidas escuchando al maestro Eduardo Galeano, uno de los pensadores más claros e importantes de la modernidad, de verdad, si carecen de ellos y tienen que elegir una cosa o la otra  les exijo que dejen de leer está porquería y vean el video) y su responsabilidad en la banalización de la esencia que constituye su materia: las ideas.
A partir de allí se me ocurrió tratar explicar mi punto de vista sobre los problemas del desarrollo económico entendido desde la perspectiva liberal, sin orientaciones definidas desde un poder real estatal con criterio solidario sino desde la idea de que el dios mercado todo lo puede y el crecimiento de un sector rebalsa y salpica indefectiblemente al resto de la sociedad. Debo plantear una cuestión acerca de esta teoría, una observación fáctica: si la riqueza rebalsa déjenme decirles que no rebalsa lo suficiente, principalmente porque los vasos de la clase que se hace cargo en primera persona del desarrollo son muy profundos, los han importado desde Europa a partir del 26 de mayo de 1810, al otro día de la Revolución, sino antes, y los fueron aggiornando a medida que pasaron los años, pero siempre trayéndolos del extranjero midiendo su profundidad en pies, su distancia en pulgadas y su velocidad en millas, con los estándares de la civilización creyendo que eso era la Patria,  mejor dicho que eso debía ser la Patria. Además de esta profundidad europea de los recipientes que tienen que rebalsar no topamos con un sistema financiero que, para no desentonar en esta concepción libertina, permite, en el caso de que rebalse mucho, más de lo deseado para contener a las bestias barbáricas (que se conforman con muy poco, pues están acostumbrados a la miseria ¿Pero cómo? ¿Acaso no son fanáticos de los Estados Unidos? ¿No saben que su potencialidad económica mundial nació a partir del desarrollo protegido y estimulado de su mercado interno?), que los dueños del mundo sacien su sed con el líquido que debe rebalsar, y este en vez de mojar los labios de los excluidos engorda cuantas en las Islas Caimán o en Suiza, financia otra economías mientras el resto de la sociedad se empieza a dar cuanta como le mintieron y como se les ríen en la cara, los dueños de los vasos y el mismísimo Estado. Pero cuidado...
           El desarrollo sin inclusión social fomenta economías, y por lo tanto sociedades, donde los ricos tienen cada vez más riqueza y son cada vez menos en cantidad y lo pobres son cada vez más en cantidad y en están sepultados en una pobreza cada vez más extrema. Como consecuencia lógica aumenta la brecha social, esto es lo que ocurrió, y puede volver a ocurrir, con el neoliberalismo en Argentina, instalado por Martínez de Hoz y el Proceso de Reorganización Nacional en 1976 y llevado a su máxima expresión por el menemismo de los 90’ y la Alianza de los 00’, que aunque muchos se laven las manos como siempre e intenten evidenciar cambios “radicales’’, hubo algo que no cambió porque hubo alguien que no cambió: Domingo Felipe Cavallo.  Para explicar las relaciones entre las clases se me ocurrió compararlas con la mecánica de un resorte porque por más tensa que esté, la conexión siempre existe, y no hay country que sirva para abstraerse de esa realidad, en algún punto todos estamos conectados. Si se agranda la brecha social, el resorte se estira hasta que indefectiblemente una contracción brusca provoca el choque entre sectores altamente enfrentados de la sociedad, cuyos intereses hacían fuerza en sentido contrario uno del otro, que nos lleva a situaciones de conflictividad social intolerables que se resuelven cuando el pueblo dice basta y se propone cambiar la realidad. Porque no queremos una Argentina hambrienta que tenga que saquear un supermercado para poder alimentarse, ni queremos que el Estado se cargue los muertos, que suelen ser muchos, demasiados, necesarios para sostener los privilegios de los que están en una punta del resorte conteniendo violentamente a los que están en la otra cuando la tensión se torna insoportable (son los dos escenarios  que se han presentado en nuestro país) es que simplemente, tenemos ideología.
                                                                       Damián E. Patricelli. Martes 9 de junio de 2011.  

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